¿Qué es el Chamanismo?
La sabiduría del
chamanismo es capaz de transformar a un hombre, más allá de los límites
de si mismo.
Gordon Wasson, en Huautla de
Jiménez, Oaxaca México.
¿Qué es un
Chamán?
El chamán es un hechicero al que se le supone
dotado de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar
e invocar a los espíritus.
Carlos Castaneda,
Antropólogo de UCLA.
Castaneda a través de Don
Juan Matus define a un Chamán:
"Un
chamán es alguien que sin apuros, sin vacilaciones ha ido lo más
lejos que puede en desenredar los secretos del poder y el
conocimiento. Va al saber como a la guerra: Bien despierto, con
miedo pero sin detenerse, con respeto y la absoluta confianza.
Cuando un chamán empieza a aprender, no sabe con lo que se va a
encontrar".
María Sabina, la Sabia de los Hongos
Los Yerberos,
conocen empíricamente las propiedades de todas las plantas que están
a su alcance. El hombre antiguo dependía de tal conocimiento para
poder sobrevivir.
¿Cómo se les
considera y se presentan los Chamanes?
A los chamanes se les con sidera
como seres extraños, difíciles de comprender. Se nos presentan como
personas iguales a nosotros y a los pocos minutos se han
transformado en seres enigmáticos, atrevidos y osados. Viven en un
mundo que está entre la frontera de la vida, la de todos los días, y
el mundo sobrenatural.
Son capaces de
adelantarse a los cambios sociales y culturales.
¿De dónde les viene su poder?
Su poder se concentra en sus experiencias
extáticas, como en sus conocimientos teóricos, prácticos, técnicos y
culturales. Tienen que tener una preparación y unos conocimientos
que les han transmitido de generación en generación y que ellos a su
vez, depositarán en el discípulo en el momento
oportuno, permitiendo así que se mantenga viva la llama de esta
ancestral sabiduría.
¿Quiénes son los
Naguales?
Los Naguales son chamanes que tienen
la facultad de convertirse en animales, poseyendo el cuerpo y el
espíritu de la fiera, y así, transformados en peligrosos felinos,
aves o reptiles, pueden hacer un mayor daño a otro ser humano, o
acabar con su vida.
Más que una posesión del cuerpo del
animal, es una transformación mágica del chamán en esa bestia.
El poder del Nagual, vendrá dado por
el animal escogido; así los más fieros unirán sus vidas a las del
jaguar, el puma, lobo, oso, águila, caballo o serpientes asesinas;
mientras que los más débiles (tercera vía de acceso) lo harán con
perros, gatos, o pájaros. |
María Sabina y
sus sanaciones
*
María Sabina hizo su primera «velada»: (ceremonia de sanación)
para curar a su hermana Ana, que se encontraba grave. Un día la encontró
sobre un petate, tendida y gimiendo de dolor. Estaba agonizando y, si no llega
a ser por su intervención, probablemente hubiera muerto.
María
Sabina La chamana
tomó los honguitos sin ningún miedo, con el objetivo de conocer
primero su situación y saber, a través de la vivencia, si el mal de
su hermana tenía remedio. Lo hizo siguiendo la tradición mazateca:
usó velas de cera pura y flores (azucenas y gladiolos). En un
brasero quemó copal y con el humo sahumó a los «niños santos»
(honguitos) que tenía en sus manos. Antes de comerlos les pidió que
le enseñaran el camino, la verdad de la vida y la curación, y
también que le dieran el poder de rastrear las huellas del mal.
Concepto Chamánico de la
enfermedad
En el concepto chamánico, la enfermedad es una intrusión que «sale» (es
expulsada) cuando vomitan los afectados. María Sabina lo expresaba con
claridad: «El vómito se produce porque los hongos así lo quieren. Si los
enfermos no vomitan, yo lo hago por ellos y de esta manera se expulsa el mal.
Los hongos tienen poder porque son carne de Dios. Los que creen sanan y los
que no creen no sanan».
Benigno
Horna, camino de Huautla de Jiménez 1978
Según me confió, a medida que ingería los hongos brotaban cantos en su
interior. En ocasión de la primera «velada», cuando pidió ayuda para salvar a
su hermana, tomó aproximadamente treinta pares de honguitos y se sintió
rodeada de seres importantes. Después, realizó un viaje muy largo y su hermana
sanó. A partir de ese momento le empezaron a traer enfermos para que los
curara. Ella no cobraba. «Un sabio como yo no debe cobrar por sus servicios.
No debe lucrarse con su conocimiento. Quien cobra es un mentiroso. El sabio
nace para curar, no para hacer negocio. Con las 'cositas' no se debe
comerciar, afirmaba Sabina.
Tradición milenaria
Al morir la más famosa chamana mexicana contemporánea, su hija María Apolonia
heredó este don. En ocasión de mi último viaje a Huautla estuve con ella. En
su casa, junto a los recuerdos que su madre le dejó, Apolonia me hizo pasar
momentos inolvidables y también algo de nostalgia, veinticinco años después de
mi primer encuentro con «la Sabi».
A esta mujer le ha tocado, sin buscarlo, ser la sucesora de una tradición
milenaria que posiblemente toque a su fin cuando ella muera y se reúna con su
madre, la que fuera «mujer-aerolito», «estrella» y «águila». Mientras vivió
María Sabina, su hija se mantenía en un plano discreto. Sólo cuando falleció
«la Sabi», María Apolonia se transformó en «sabia» y se reveló como «chamana».
Una sesión de sanación y el
uso de las velas
Los profanos atribuyen el nombre de esta ceremonia al uso de velas, pero el
término se refiere a la ingestión por parte del chamán de distintos
alucinógenos.
Psilocube caerules
El oficiante ingerirá «derrumbe» (Psilocybe caerules- cens) y,
fuera de la temporada en que éstos están disponibles, Psilocybe cubensis,
además del «San Pedro» y otras variedades.
Psilocybe cubensis
En todas las veladas a las que he
asistido en Huautla se empezaba fumando «San Pedro» o «Piziate», un preparado
compuesto por hojas de tabaco molidas, al que se añadía cal, ajo y otros
ingredientes. Luego se liaba para ser fumado, aunque María Sabina, como María
Apolonia, también lo frotaban sobre el cuerpo del enfermo.
En algunas
ocasiones se lo daban para que lo tragara y hacerle vomitar y expulsar el mal.
El origen de la enfermedad podía ser obra de otro chamán o «diablero» o,
sencillamente, obedecer a causas naturales. Estas ceremonias de sanación
tienen lugar en la casa del sabio y se realizan al ponerse el Sol. En el
interior, el recinto está siempre rodeado de velas, cirios, plantas y flores
recogidas minutos antes, para evitar que estén contaminadas.
María Sabina, fumando
San Pedro
Los participantes empiezan fumando San Pedro», sentados en círculo. El «sabio»
se coloca frente al paciente y, cuando en la habitación todos tosíamos
desenfrenadamente, el chamán salía fumando «San Pedro» y rodeaba el recinto
para ahuyentar a los malos espíritus con el humo. También se utilizan
recipientes donde se quema «copa1», una especie de incienso que con el humo
producido al fumar el «San Pedro» tienen el efecto de distorsionar la
percepción, produciendo una visión nublada.
Las velas se encienden en honor de
los espíritus, que son los dueños de los cerros, árboles, plantas, animales y
manantiales de la zona. Este rito tiene por cometido conseguir que éstos se
muestren propicios, antes de pedirles ayuda para sanar al enfermo. A
continuación, el chamán saca de una bolsita de cuero los hongos y los reparte
de dos que en dos a cada uno de los asistentes. El último que los recibe es el
paciente; entonces el chamán empieza a entonar cánticos para atraer a los
«espíritus aliados».
A los que no ingieren los hongos se les da «San Pedro»,
que debe mascarse como si fuese chicle. Pocos de los allí presentes
entendíamos el significado de los cantos, pero su ritmo contagioso y pegadizo,
además de los olores desprendidos por el humo del tabaco, las velas y el
copal, te sumergen en un estado alterado de conciencia en el cual se siente
flotar el cuerpo. En todas las sesiones en que participé, ninguno de los
presentes dijo nada. Fuese por respeto o por temor, todos permanecimos en
silencio, con la mirada baja, sin intentar observar en detalle la que hacía el
chamán. Con frecuencia, éste administraba más pares de hongos al enfermo, que
vomitaba constantemente y parecía epiléptico por la espuma que manaba de su
boca. Tanto el paciente como «el sabio» bebían un líquido que, probablemente,
fuese chicha de maíz. Yo me mantuve siempre sereno.
De acuerdo con el chamán,
guardaba los pares de hongos que me entregaba y se los devolvía al terminar la
sesión. Los otros participantes tampoco bebían, ya que su función era la de
vigilar que todo permaneciera en orden. El intenso humo y el olor desprendido
por la que allí se quemaba, no dejaba ver ni oler los v vómitos del enfermo,
que se retorcía de dolor sujetándose el estómago. A la largo de la noche, el
chamán sacaba más pares de honguitos, que administraba al paciente. Al oír el
canto del gallo que anunciaba el amanecer, la velada finalizó.
Entonces, los acompañantes del enfermo lo llevaron a su casa. Generalmente, en
caso Jeque el paciente viviera lejos, se quedaba descansando en casa del
chamán.
*Benigno
Horna
Extraído Año Cero. Año XV nº 02-163 |
Estudiosos del Chamanismo:
Roger
Wasson y María Sabina
Albert
Hoffman,
Carlos
Castaneda,
Mircea Eliade,
Benigno
Horna
|
Benigno
Horna. Creador del concepto:
Chamanismo sin alucinógenos.
Desde los 3 años, -nació el 9 de enero de 1955 en
Panamá-, Benigno Horna, ha vivido entre chamanes y naguales, que le ayudaron a
combatir la malaria y a partir de superarla, se convirtió en Sukia,
aprendiz de nagual, dentro del grupo "Chibcha" amerindio Guaimí
(Ahora Ngöbé-Bugle). Durante su infancia, debido a las altas
fiebres, desarrolló una serie de capacidades, que le han valido
posteriormente a la hora de diseñar el MHRP, y de entender mejor a
las culturas a las que ha visitado y estudiado. Su relación con el
caballo, le ha llevado a recorrer más de ciento veinte países y
haber trabajado como antropólogo en los cinco continentes.
Experto en Naguales (hombres que se convierten en
animales), en Chamanismo Mazateco, Paduang, Ngöbe-Buglé, Polinesio y
curanderismo, ha dado cursos y conferencias en los cinco
continentes.
En 1978 conoció en el Museo Nacional de Antropología
de México, -mientras estudiaba Antropología Maya-, a Gordon Wasson,
experto Micólogo y a Albert Hoffman, sintetizador del LSD, que le
indicaron que Carlos Castaneda (Las enseñanzas de Don Juan), había
tomado a María Sabina, como la más importante chamana dentro de su
obra, y ya que a Castaneda era casi imposible conocerle, le
sugirieron que estudiase a María Sabina, en su casa de Oaxaca. Le
dieron unos regalos y un mapa para poder llegar a casa de María
Sabina en Cero Fortín, Huautla de Jiménez, Oaxaca, México.
Benigno
Horna, camino de Huautla 1978
Horna y Wasson construyeron rápidamente una gran
amistad, debido a que los dos venían del mundo financiero y se
dedicaban al chamanismo. Horna subió a Huautla de Jiménez y entabló
relación con María Sabina, la sabia de los hongos alucinógenos,
hasta que en 2005 hizo su última investigación con María Apolonia
Sabina, hija y heredera chamánica de la “Más Grande” chamana de la
que se ha investigado.
Gordon Wasson y María
Sabina
Parte de sus estudios con los Mazatecos y con los
Hongos Alucinógenos, los recopiló el Museo Nacional de Antropología
de España, en las Actas del Congreso Internacional de Alimentación y
Cultura de 1998, bajo el título: “Análisis antropológico de los
aspectos sociales y culturales del uso de Plantas Alucinógenas entre
de los mazatecos de México: Realidad o Fantasía”.
Benigno
Horna, ha convivido con tribus primitivas de los cinco continentes y
con las más ampliamente desarrolladas, (Silicon Valley, Wall Street,
Aeroespacial), y le han publicado sus trabajos de campo, museos,
universidades y revistas. Tiene publicados más de veinte libros de
temas diversos. Antropología, Novela, Astrología, Tarot, Filosofía,
Inteligencia Emocional, etc.
http://www.benignohorna.com/campo.htm
Horna
y María Apolonia, la heredera e hija de maría Sabina (2005)
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Animales de poder en el
Chamanismo del MHRP
Chamanismo con
PNL, sin alucinógenos.
El antropólogo
Benigno Horna, creó el concepto de Chamanismo sin Alucinógenos,
donde explica, que se puede a través de endorfinas (drogas endógenas
producidas por el propio cuerpo), alcanzar estados similares a los
utilizados por algunos chamanes, de los que ha estudiado, sin ningún
tipo de efectos secundarios y maximizando sus resultados, a través
de sus experiencias y estudios universitarios.
...A la
posibilidad de alcanzar estados semejantes a los producidos por las
drogas exógenas, utilizando drogas endógenas producidas por mi
cuerpo; sin ningún daño a mi cerebro y con resultados muy similares,
ya que aprendía a codificarlas en mi mente y a decodificarlas sin la
utilización de drogas endógenas. Lo que realmente me preocupa es el
daño irreversible que se produce en nuestro cerebro por el uso
indiscriminado de estimulantes exógenos.
Si ese uso no
está clínicamente controlado puede desencadenar reacciones que en
muchos casos conducen a la locura o enfermedad mental...Cuando un
brujo o hechicero ingiere cualquier tipo de droga, lo hace a
conciencia. Ha preparado de forma minuciosa la droga que va a
ingerir. Su cuerpo está adaptado y no precisamente es un procesos de
un día. Son transmisiones de generación en generación...(*)
(*) Benigno Horna, en el
Congreso Internacional de Alimentación y Cultura de 1998, en el
Museo Nacional de Antropología de España. La Val de Onsera página
442-3. Volumen I.
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Chamanismo del Siglo
XXI, sin Alucinógenos
Igor
Simöes
El primer animal de poder: El
Delfín
El delfín
rosado alberga en su cerebro un potente sistema de ultrasonidos que lo
convierte en un complemento natural para paliar desde la leucemia hasta
la depresión o los problemas de psicomotricidad.
El Centro Terapéutico, dirigido
por el veterinario brasileño Igor Simões, acoge desde 2005 tratamientos
basados en la interacción con este animal, cuyo sistema de ultrasonidos
cerebrales es mayor que el de su homólogo marino.
Situado en el río Ariau, que une
al Río Negro con el Solimões -luego Amazonas-, este centro de "delfinoterapia",
como también se conoce a este tratamiento, tiene la peculiaridad de
trabajar con estos animales sin mantenerlos en cautiverio, lo que
multiplica su eficacia, y está especializado en el tratamiento infantil,
aunque todavía en pequeña escala.
El "boto rosa" -como lo llaman en
Brasil-, con sus pequeños y casi inútiles ojos, compensa su carencia
visual con un gran cráneo que alberga un generador de ultrasonidos
capaces de, "al entrar en contacto con las personas, tener una visión de
ellas equivalente a la de una ecografía en la que enseguida localizan
dónde está su problema", explicó a Efe Simões.
Después de estudiar veterinaria y
tras años de investigación, Simões realizó su tesis sobre el efecto
fisioterapéutico que nadar con estos delfines tenía en los humanos, pero
luego fue comprobando cómo su aplicación se extendía también al campo
neurológico, al oncológico y al psicológico.
Los ultrasonidos sitúan el
problema y consiguen "un efecto de equilibro en el cuerpo, generan
endorfinas y estimulan el organismo, de manera que pueden hacer mejorar
el funcionamiento de glándulas, la secreción de hormonas o el flujo
sanguíneo", explicó.
Según datos de la Fundación Agua
Thought, uno de los efectos más notorios de los delfines es su capacidad
para mejorar la sincronización interhemisférica -con éxito en un 75 por
ciento de los casos- y activar zonas latentes del cerebro, lo que
consigue también desbloquear traumas y revierte en la autoestima, que
activa además el sistema inmunológico del paciente.
Pero antes de la ciencia, ya
existía un mito indígena que dibujaba la conexión del delfín rosado con
el organismo del hombre y, según el cual, el animal se convertía en
hombre por la noche y fecundaban a las mujeres.
El delfín rosado, además,
complementa con sus ultrasonidos de una manera natural e inocua la
quimioterapia y la radioterapia para pacientes con cáncer, según Simões,
además de estimular la necesidad de comunicación en los niños con
problemas de socialización y dinamiza el aprendizaje en los casos de
síndrome de Down, consiguiendo resultados entre dos y diez veces más
rápidos.
"Cuanto mayor es el problema, los
delfines más empatizan con el paciente", aseguró Simões, que añadió que
estos tratamientos consiguen el bienestar en los propios delfines, que
incluso "aprenden" a ser más eficaces.
El efecto terapéutico de estos
animales, que de adultos pueden llegar a pesar 180 kilos y medir 2,5
metros, "se nota desde el primer día", aunque la terapia puede durar
hasta tres años, en sesiones de dos horas.
Este tipo de terapia es
solicitada en su mayoría por pacientes brasileños, pero también están
empezando a llegar solicitudes desde Europa.
Pero el delfín rosa del Amazonas
comparte su uso terapéutico con el turístico, dado que por su carácter
afable y su facilidad de trato con los humanos es objeto de visitas
organizadas casi a diario que, por un lado, sobre alimentan a los
animales, pero que también han conseguido que se frene su caza, puesto
que su carne servía anteriormente de cebo para la pesca a gran escala.
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El segundo animal de poder: El
águila.
El águila -que no es
el mayor ave-, si es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir
hasta los 70 años. Para poder llegar a esa edad, a los 40 años deberá tomar
una seria y difícil decisión. A los 40 años sus uñas se tornan apretadas y
flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta.
Su pico largo y
puntiagudo se curva apuntando contra su pecho. Sus alas están envejecidas y
pesadas y sus plumas gruesas. Volar se le hace ya muy difícil. El águila
tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de
renovación, que durará 150 días. Este proceso consiste en volar hacia lo
alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en
donde no tenga la necesidad de volar.
Después, al
encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear su pico contra la
pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, esperará el
crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas talones.
Cuando los nuevos
talones comienzan a nacer, comenzará a sacar sus plumas viejas. Después de
cinco meses saldrá hacia el famoso vuelo de renovación que le brindará 30
años más de vida.
En nuestra vida…
muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un
proceso de renovación. Para continuar un vuelo de victoria, debemos
desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
También debemos desprendernos de temores por los obstáculos que se pudieran
presentar, ya que el universo conspirará para apoyarnos en nuestro
propósito.
Solamente libres del
peso del pasado y de temor por el futuro podremos aprovechar el resultado
valioso que una renovación siempre nos trae.
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